¿Por qué son importantes las plantas nativas?
Las plantas nativas son aquellas que ocurren naturalmente en una región en la que evolucionaron. Son la base ecológica de la que depende la vida, incluidas las aves y las personas. Sin ellas y los insectos que coevolucionaron con ellas, las aves locales no pueden sobrevivir. Por ejemplo, los robles nativos albergan más de 500 especies de orugas, mientras que los ginkgos, un árbol de paisaje comúnmente plantado en Asia, albergan solo 5 especies de orugas. Cuando se necesitan más de 6.000 orugas para criar una camada de carboneros, esa es una diferencia significativa.
Desafortunadamente, la mayoría de las plantas de jardinería disponibles en los viveros son especies exóticas de otros países. Estas plantas exóticas no solo cortan la red alimentaria, sino que muchas se han convertido en plagas invasoras, superando a las especies nativas y degradando el hábitat en las áreas naturales restantes.
Principales beneficios
- 1. Están adaptadas al clima local: No importa si hay heladas, vientos o tormentas. Las plantas de la zona saben a lo que se enfrentan y se la bancan.
- 2. Adaptadas al suelo del lugar: Como son de la zona y evolucionaron para adaptarse a ese espacio, no necesitan tantos recambios de sustrato, fertilizantes o cuidados extra.
- 3. Son más resistentes: Como están en las condiciones óptimas de luz y suelo para ellas, no son tan susceptibles a las enfermedades o las plagas.
- 4. Ahorran agua: La mayoría de las plantas autóctonas viven con el agua de la lluvia del lugar de donde son. Solo hace falta regarlas cuando se plantan, durante veranos secos o cuando son muy pequeñas.
- 5. Atraen a la fauna local: Son atractivas para animales, pájaros e insectos (abejas, avispas, mariposas) que se alimentan de sus frutos, flores y hojas, y buscan refugio entre sus ramas.
Árboles nativos que plantamos
Jacarandá (Jacaranda mimosifolia)
Árbol subtropical originario de Sudamérica, conocido por sus vistosas flores lilas que aportan belleza y sombra en espacios urbanos.
Altura promedio: 10–15 m
Origen: Sudamérica
Plantación: Primavera
Lapacho Rosado (Handroanthus impetiginosus)
Árbol nativo de América del Sur, apreciado por su floración rosada intensa que embellece paisajes urbanos y rurales.
Altura promedio: 8–12 m
Origen: Sudamérica
Plantación: Primavera
Sen del Campo (Senna corymbosa)
Arbusto originario del Cono Sur. Su tronco y ramas de color oscuro lo hacen distintivo y resistente.
Altura promedio: 3–6 m
Origen: Cono Sur
Plantación: Primavera–Verano
Pazuña de Vaca (Bauhinia forficata)
Árbol nativo de América del Sur. Sus hojas en forma de pezuña y flores blancas lo hacen muy ornamental.
Altura promedio: 8–12 m
Origen: Sudamérica
Plantación: Primavera
Timbó (Enterolobium contortisiliquum)
Árbol de la familia Fabaceae, conocido por sus frutos en forma de “orejas”. Muy adaptable a áreas urbanas.
Altura promedio: 15–20 m
Origen: Sudamérica
Plantación: Primavera
Ibirá Pitá (Peltophorum dubium)
Árbol de floración amarilla brillante, aporta color y sombra a espacios urbanos. Muy valorado en el Litoral argentino.
Altura promedio: 12–18 m
Origen: Sudamérica
Plantación: Primavera–Verano
Aguaribay (Schinus molle)
Árbol perenne nativo de Sudamérica, resistente y de follaje denso. Sus frutos se usan como especia.
Altura promedio: 6–12 m
Origen: América del Sur
Plantación: Todo el año
Ceibo (Erythrina crista-galli)
Árbol símbolo nacional de Argentina, de flores rojas intensas y tronco espinoso. Ideal para espacios amplios.
Altura promedio: 5–10 m
Origen: Argentina, Uruguay
Plantación: Primavera
Acacia Carnaval (Senna spectabilis)
Árbol de flor amarilla brillante y follaje denso. Muy usado en veredas y parques por su rápido crecimiento.
Altura promedio: 6–10 m
Origen: América del Sur
Plantación: Primavera–Verano
Tipa (Tipuana tipu)
Árbol nativo de América del Sur, muy usado en arbolado urbano por su sombra amplia y flores amarillas.
Altura promedio: 15–20 m
Origen: Sudamérica
Plantación: Primavera